sábado, 3 de agosto de 2019
NUESTRA VERDADERA ESPERANZA EN CRISTO
En la Eternidad de la mente del Único Dios Verdadero, estaba el propósito divino de redimir por Cristo Jesús a la raza humana adámica. Y esto llegó a ser una realidad, cuando en Romanos 1:3, el apóstol Pablo nos dice: Que de la simiente de David, nacería un hombre de la simiente o esperma de David en la carne. Este esperma humano, correspondía y es de su padre biológico José, cuando en María se concibió este Santo Ser, que llegó a ser y llamarse Yeshúa/Jesús: Dios Salva. Pero este Dios o Jehová Salva, naturalmente no era, ni es ni será Jesús el Cristo, sino, el mismísimo Dios Todopoderoso. Y por qué sería y es un Santo Ser nuestro Señor Jesús Cristo?, porque vendría sobre el vientre ya gestado de María, del esperma de José, el Espíritu Santo del Dios Altísimo. Por eso Jesús el Cristo estaba lleno de toda la plenitud de la divinidad del Padre. No es que Cristo sea Divino, sino que el Padre Habitaba totalmente en Cristo, desde la misma concepción humana y biológica por el esperma de José, su padre biológico: Por eso Cristo es el Hijo del Hombre por causa de su padre biológico Jose; e Hijo de Dios por el Espíritu Santo de su Dios y Padre. Y al resucitar Cristo Jesús de entre los muertos, y según Romanos 1:4; En Cristo se confirman todas las promesas para el pueblo de Israel, y que con Cristo Resucitado, todos los verdaderos Hijos de Dios, engendrados no de carne ni de sangre, sino por la Palabra de Dios, y por su Espiritu Santo, somos bautizados por Cristo, y así llegamos a ser igualmente hijos y coherederos con Cristo de las promesas de Dios. Promesas físicas para su Iglesia, son el perdón de nuestros pecados, la regeneración de nuestras almas, y la esperanza eterna y celestial, que ya por la Fe de Cristo y por Cristo, estamos sentados juntamente con Cristo en los espacios o lugares celestiales; y esperamos la total redención cuando pronto dejemos este cuerpo de naturaleza pecaminosa, y poder disfrutar plenamente junto a Cristo en el Reino de Dios Celestial. Seguiremos. Un abrazo fraternal para todos.
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